Adiós visual.
La llovizna, el frío y la noche no fueron obstáculos para una excelente exposición final del fabuloso trabajo de retablo del artista paraguayo Koki Ruíz en el predio de la aeronáutica en el campo de Ñu guazu.
Durante todo el día martes la asistencia de la gente que llegaba al lugar, algunos para volver a ver el arte en base a maíz, frutas de coco, calabazas y zapallos, y otros visitantes para admirarlo antes de ser desmontado, no cesaba.
Cerca del atardecer, los visitantes crecieron en número, todos coincidiendo en la belleza del trabajo y lamentando por no permanecer por un tiempo mas para ser visitado y admirado, como lo fue también en otras partes fuera del Paraguay.
En medio de variados y buenos números artísticos, fotos para guardar como preciada joya y muestras de cariño y admiración, Koki Ruíz comenzó a darle el adiós a una labor que contribuyo de forma sin precedentes, para el éxito de la visita del papa Francisco.