Entrevistas realmente ficticias.
Un temerario, cuestionable, creíble, increíble, pero estupendo viaje por el futuro desconocido pero de esperanza por quienes profesan la fe cristiana nos invita a transitar de su mano o mejor de su brillante pluma, con una mezcla hábil de una periodista-escritora nos ofrece María Luisa Ferreira, quien tiene en sus alforjas estudios, especializaciones y basta experiencias en sus campos de formación y trabajo.
Morir en Paris, primera novela a decir de su autora, es para mi modesta visión, un fantástico “ensayo”, ideal para la lectura en estos días santos y otros momentos que es propicio al lector. María Luisa se anima a realizar un viaje al que el mortal en buenos tiempos no le interesa, pero al sentir que la parca está rondando, siente pánico, el viaje en con un guía de lujo, que encamina siempre.
Tiene en suerte, al menos en este relato, de seguir haciendo lo que sabe, lo que le gusta, entrevistar, y en especial a quienes en la realidad no fue posible, desde lo terrenal. En esta trama, con ayuda celestial, visita y dialoga con personas, seres, imagen, alma, la figura correcta no encuentro, si ella.
Es un viaje, encuentro, estadía que envuelve en una grata confusión de ser una ficción o realidad que experimentó y esta entre esconder o admitir, finalmente entregando bajo una figura, la literaria, mágica.